Bursatellas en el Mar Menor (agosto 2015)








El 



Aunque ya se había avistado en el puerto de Valencia en 2007, en el año 2009 se detectó en el Mar Menor la presencia del gusano tubícola Branchiomma bairdi procedente del Océano Índico y del Mar Rojo. 

Vídeo de Branchiomma bairdi en el Mar Menor:
https://www.youtube.com/watch?v=tUXNt7UlO8o

Otra especie invasora que se supone que entró al Mediterráneo por el Canal de Suez en los años 40 es Bursatella leachii. En las costas españolas ya está presente en Baleares, Tarrragona, Alicante y Águilas. En el año 2011 se observó su presencia por primera vez en el Mar Menor, constatándose que entraron por el canal del Estacio. 

En agosto de 2015 se ha avistado la presencia masiva de miles de ejemplares en el Mar Menor dispuestos a reproducirse en sus tibias aguas. Por su aspecto y por su viscosidad se les llama popularmente babosas marinas o liebre de mar andrajosa.

Vídeo con multitud de individuos en el Mar Menor, agosto de 2015:
https://youtu.be/4dPCMA1l-fE




'Bursatella leachii' (De Blainville, 1817) es un molusco opistobranquio de la familia Aplysiidae y de buen tamaño, hasta 15 centímetros. Tiene un aspecto muy característico: su cuerpo está recubierto de papilas carnosas que le confieren un aspecto andrajoso y pequeños ocelos de color azul intenso. Vive en aguas templadas. 















































Etimología:


Bursatella. Derivada del Latín “bursa”, bolsa; por la forma globosa del cuerpo.

Leachii. En honor del Dr. William Elford Leach, (1791-1836), un zoólogo y naturalista inglés caracterizado por su “indomable entusiasmo y extraordinarias consecuciones”. 


Taxonomía:

Clase: Gastropoda  Cuvier, 1797 
Subclase: Heterobranchia  J.E. Gray, 1840 
Clado: Euthyneura Spengel, 1881  
Clado: Euopisthobranchia  Jörger et al., 2010 
Clado: Aplysiomorpha  Pelseneer, 1906 
Superfamilia: Aplysioidea  Lamarck, 1809 
Familia: Aplysiidae  Lamarck, 1809 
Género: Bursatella  de Blainville, 1817 
Especie: Bursatella leachii  de Blainville, 1817

Descripción:
Los opistobranquios, con alrededor de 1100 especies descritas, son un extenso grupo de gastropodos marinos, que se originaron probablemente de prosobranquios que poseían solamente la branquia izquierda. Casi todos carecen de concha en su etapa adulta y se caracterizan por una detorsión en la que la cavidad del manto y las estructuras que contiene se han desplazado hacia el lado derecho (muchos tienen simetría bilateral). Internamente poseen una aurícula y un nefridio. Casi en su totalidad son carnívoros, con excepción de los sacoglosos y de las aplysias que son herbívoros. Las liebres marinas (Aplysia sp.) pertenecientes al orden Anaspidea, alcanzan el mayor tamaño dentro de los opistobranquios (40 cm).

Parece ser que están dejando de ser herbívoras, han probado las llisas del Mar Menor y les han gustado. En la foto compartiendo con el caracolillo marino Cyclope neritea.





El color es variable desde el verde grisáceo al blanco-marrón, con manchas oscuras, compactas y redondeadas. 



Cabeza y cuello fácilmente reconocibles. En la cabeza tiene dos largos tentáculos olfativos retráctiles llamados rinophoros y otros dos a cada lado de la boca.



Reproducción:


En general los Opistobranquios son hermafroditas y la copula es recíproca con fertilización transversal simultánea. 


Los órganos reproductivos de los adultos se encuentran en el lado derecho del cuerpo. La fecundación es interna, el animal que realiza la función de macho introduce el esperma con el pene que tienen al lado derecho de la cabeza al gonoporo o apertura genital situado dorsalmente.



Una vez inseminados, los animales que hacen el papel de hembras, ponen grandes masas de huevos en cordones enredados de colores naranja, verde, amarillo o marrón. Los cordones contienen numerosas cápsulas separadas y cada una de las cuales contiene de 1-20 huevos.









Se ven los cordones de huevos salir de la bursatella

La eclosión de los huevos se produce aproximadamente una semana después de la puesta. Las larvas veligers recién nacidas carecen de ojos y su crecimiento es rápido, alcanzan su tamaño máximo a los 15 días de la eclosión y la metamorfosis se produce a los 19.    
Los ejemplares que son aptos para metamorfosearse son capaces de retrasarla hasta 2,5 meses, hasta encontrar un sustrato adecuado. 
Tras la metamorfosis la post-larva se adhiere al sustrato por medio de hilos viscosos y dos días después se la puede ver arrastrándose por el suelo y alimentándose. Después de 15 a 20 días y con 3 mm de longitud, el animal ya se parece al adulto presentando las incipientes papilas carnosas y teniendo la capacidad de expulsar una nube de tinta de color violeta si está irritado.
* Ver: Mecanismos de defensa.

La mayoría de las especies ponen huevos que eclosionan en larvas nadadoras con concha (veliger). La larva veliger es planctotrófica mientras que las especies con desarrollo directo (que nacen completamente formadas) son normalmente lecitotróficas. 

Cuando el animal cambia de larva a adulto la concha queda en su interior y es de consistencia blanda.


Respiración, cerata y branquias:




La respiración de los opistobranquios se lleva  a  cabo  por unos órganos exclusivos de este grupo animal  que reciben  la denominación de cerata y plumas branquiales o branquias.
Las ceratas se pueden retraer dentro de una vaina y dentro del cuerpo, por protección.

Vídeo de bursatella donde retrae la cerata al ser molestada:
https://www.youtube.com/watch?v=mofNpsTpbrU

Su tejido no se diferencia del resto del cuerpo.
Su función es la digestión, la defensa y la respiración. Las cerata contienen un cnidosaco terminal con propósito defensivo, ya que el animal guarda cápsulas activas de nematocistos (células urticantes con forma de arpón) provenientes de los organismos de los que se alimenta. Estas minúsculas células pasan enteras por el sistema digestivo del animal y migran hacia las cerata.

Vídeo de bursatella con la pluma branquial y puesta de huevos:
https://www.youtube.com/watch?v=nXlix-H7YEY


                                         Grupo de Bursatellas en la época de la puesta.



















Mecanismos de defensa:


 Debido a que la mayoría no tiene concha en su etapa adulta estos moluscos dependen de otros mecanismos de defensa alternativos contra los depredadores. Algunos utilizan espículas o nematocistos obtenidos de sus presas (poríferos o cnidarios). Igualmente, la producción de sustancias químicas tóxicas es común en varias especies, la defensa química es acompañada en algunos casos de aposematismo (rasgos llamativos destinados a alejar a los depredadores). Muchos son crípticos o se mimetizan con el entorno. Otros utilizan la autotomía como mecanismo de escape, es decir se automutilan una parte del cuerpo.
La bursatella, perteneciente al grupo de los aplisiáceos, cuando es molestada suelta por el orificio dorsal un líquido de color violeta. Este líquido es una sustancia de enmascaramiento a modo de defensa de 'cortina de humo'. Está formada por bilinas vegetales de color violeta y rojo. No presentan toxicidad. No obstante puede ser un poco urticante para personas muy sensibles. 





Vídeo de Bursatella leachii expulsando el líquido color violeta:

















A principios  de  agosto  de  2015  se ha producido una gran aparición de bursatellas las cuales se han reproducido profusamente, apareciendo los característicos cordones que contienen los huevos  por  cualquier  parte  de  la laguna, generalmente enganchados en algas o redes.

Estos brotes de población irruptivos son probablemente atribuibles a caprichos del medio ambiente y a la relativa rareza de situaciones en las que las condiciones ambientales son casi óptimas. Estas explosiones de población probablemente ocurren cuando hay gran cantidad de larvas, recursos alimenticios abundantes y las mareas, corrientes y condiciones climáticas favorables.
Del mismo modo que aparecen masivamente también se produce la mortalidad. Cientos de animales muertos y moribundos aparecen tras la época de la reproducción, aproximadamente tres semanas después.

La experiencia de acuaristas sugiere que la vida media de esta especie y de otras liebre de mar es de un año. 

Depredadores:

La bursatella está protegida químicamente por la presencia en su piel de glándulas que secretan compuestos nocivos o desagradables. Por lo tanto, de momento no se conocen depredadores.    


Entrevista a Francisca Giménez Casalduero,  profesora del Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante:

¿Qué hay detrás de esta invasión de babosas? "El cambio climático global, así como la propia globalización mundial, están provocando un auge de las especies exóticas e invasoras en nuestras costas, que además se ven favorecidas por la alteración de los ecosistemas, sobre todo aquellos sensibles como el Mar Menor. Y aunque la 'Bursatella leachii' se ha mostrado este verano como un verdadero problema ambiental y socioeconómico, no debemos olvidar que es una de las decenas de especies exóticas que han entrado en la laguna en los últimos años y de las que no se conocen sus consecuencias reales. Además de los daños ecológicos que pueden provocar, estas especies generan una alarma social allá donde aparecen, causando de forma directa importantes perjuicios económicos en el sector turístico", advierte la profesora lorquina.


"No se conocen a fondo todos los efectos que puede tener su presencia masiva en una laguna litoral semicerrada, pero es evidente que ya ha causado un daño que de momento está sin cuantificar", plantea Francisca Giménez Casalduero, para quien la presencia masiva de esta especie "es un síntoma de un problema más global relacionado con la mala gestión y falta de planificación coherente en este ecosistema".



¿Hay una solución para las babosas y otras especies invasoras que alteran el equilibrio ecológico? La experta lanza un reto: "Existe todavía un gran vacío de conocimiento, por tanto es necesario y urgente que cese el desgobierno sobre la laguna y se apueste por la investigación, la planificación, el desarrollo sostenible, los enfoques de gestión integrada y, por supuesto, una acción política e institucional responsable y decidida que permita salvar uno de los hábitats más importantes y singulares del litoral mediterráneo".


(Publicado en 'La Verdad' el 18 de agosto de 2015)